8/31/2010

Conociendo la gestión documental

Nuestra compañera Verónica Meza vuelve a escribir un post genial sobre Gestión Documental en nuestro blog corporativo.
El post trata sobre la motivación de la existencia de software para gestionar documentos: mejorar procesos, evitar el caos, disminuir el uso (o mejor abuso) de papel etc. A parte de estar muy bien escrito es un post realmente útil para evangelizar sobre la gestión de documentos electrónicos.

8/24/2010

Silicon Valley

Me hago eco de un vídeo que ví en Televisión hace poco y en el blog de Ángel Medinilla.

Se trata de un vídeo conciso sobre el atmósfera de innovación, colaboración, dinero, ideas, competitividad, éxito y fracaso que se respira en el Valle del Silicio.

Espero que os guste.


8/14/2010

Verdades sobre el software libre

Hace justamente un mes, Fernando Moreno, de MTC Soft publicó un artículo en su blog sobre las mentiras del software libre.
Fernando es un emprendedor y empresario de éxito, dedicado a la gestión documental y tecnología semántica, por lo que solemos coincidir en eventos (Documadrid), asociaciones como ETICOM, etc.
Evidentemente, en un blog como éste no podía faltar una réplica a sus comentarios (con algunos coincido).
Por adelantado, las felicitaciones por su blog, ya que el debate siempre es sano, por muy enfrentadas que estén algunas de nuestras posturas.

Yendo al grano, Fernando se refiere a un presunto hecho, sobretodo en Andalucía y Extremadura en el que "el pago de licencia de uso de programas informáticos parece una aberración propia de los dinosaurios de los años 70" o a una "cultura del “gratis total” ha calado entre la gente joven (y no tan joven) que se descargan de Internet música, películas y programas informáticos sin el menor respeto a la propiedad intelectual de sus creadores".
Con respecto a la primera frase, nada más lejos de la realidad. Andalucía sigue consumiendo licencias de productos de Microsoft (Office y Windows) al igual que licencias de Oracle, en sus Sistemas Gestores de Bases de Datos.
Con respecto a la segunda, es cierto que vivimos en una cultura en la que, motivado por el gran uso de Internet, los usuarios están acostumbrados a "coger lo que sea" sin permiso de la red, y sin preocuparse por el autor, la licencia o el precio. Esto se llama piratería y nosotros (como empresa que utiliza el software de código abierto en sus desarrollos) lo combatimos (abajo del todo puede verse nuestra apoyo al uso del software 100% legal).

Mezclar piratería con software libre es un craso error. De hecho el software de código abierto, es un enemigo público de esta. Los usuarios de Microsoft Office, o Windows (una gran parte con CDs pirateados) cometen una ilegalidad, y desde el código abierto lo primero que se pretende es que estas personas usen otros programas como Ubuntu, Open Office y similar que son gratuitos y les permiten usar la mayoría de la funcionalidad sin pagar ni infringir la ley. Esto es muy positivo.

Más adelante, Fernando plantea un caso concreto y real que le ha ocurrido, y en el que debo darle parte de razón: en muchas ocasiones, implantar un sistema de código abierto no tiene porqué ser más barato ni mejor tecnológicamente. Existen cientos de proyectos open source muy inferiores a sus contrapartidas propietarias, y yo cuando compro prefiero comprar por calidad que por doctrina.

Pero, y es un gran pero, la tendencia es la contraria: los sistemas de código abierto están en un boom imparable, haciendo retroceder los módelos propietarios, abaratando los precios de sus licencias y haciendo que empresas como IBM o Microsoft abran proyectos de Software Libre.
Hoy en día, el claro ganador de la batalla de los sistemas operativos para móviles es Linux, en la versión Android proporcionada por Google. Por encima de Blackberry, iPhone y el fracaso de Windows Mobile / Windows 7.
Internet se fundamente en protocolos abiertos, interoperabilidad, integración y en una infraestructura tecnológica que fundamentalmente es LAMP (Linux, Apache, MySQL y PHP). De hecho, el blog desde el que postea Fernando (Wordpress) está basado en software libre, y en concreto esta arquitectura (PHP + MySQL, estando en la mayoría de los casos con Linux y Apache por debajo).

Creo que esto ya habla bastante de otra incongruencia: Se usa una herramienta Open Source (gratuita) para atacar al Open Source. Creo que aquí lo mínimo habría sido utilizar una plataforma de desarrollo propio, o al menos de código no abierto. Pero utilizar las bondades del código abierto, y en concreto del excelente Gestor de Contenidos Wordpress para argumentar en contra del código abierto, me parece cuando menos atrevido.

En el ejemplo concreto que plantea, precisamente está haciendo competir una solución orientada a mediana empresa como ArchivaTech (propietaria pero a mi juicio intuitiva, de calidad y precio razonable) con Alfresco, una solución ECM orientada a mediana y gran empresa, con un modelo cercano al propietario para la venta del soporte de la versión Enterprise, un modelo dual del que ya hemos hablado varias veces y que pensamos es en cierto modo engañoso, y que no termina de explotar las bondades del código abierto.

Hay otras alternativas como Nuxeo o KnowledgeTree, ninguna gratuita por supuesto, en las que si se aprovechan mejor las bondades del modelo open source.

Como comenta Toni de la Fuente con bastante acierto:

hay múltiples formas de acceder y trabajar con Alfresco, tan fácil como usar una carpeta compartida, web explorer, web share, ftp, ms office, open office, webdav, smtp, imap o tan potente como integrar con Web Services, REST, CMIS, API nativa, Jbpm… Son opciones, no ponemos límites de integración o uso a nuestros usuarios, clientes y partners.
Alfresco, Nuxeo, Knowledgetree y el resto de soluciones Open Source no limitan el Roadmap del producto ni lo mueven a su antojo. Es la comunidad de partners, clientes (y la propia empresa, pero como UNA PARTE de la comunidad) la que lo hace.

Siempre utilizo ejemplos de vehículos para mostrar las diferencias entre Open Source vs Propietario.
Audi, hace unos años, introdujo un motor con una serie de tornillos que no podían ser abiertos por destornilladores "estándares". Trataron de mantener su motor herméticamente cerrado para que el soporte del vehículo fuese, obligatoriamente y de forma privativa de la libertad del cliente (ojo esto es muy fuerte!) para la propia Audi, y no para el taller de la esquina donde trabaja mi primo Manolo...

Evidentemente, los propios clientes protestaron.

Estamos en una era en que los clientes tienen el poder. Están más informados que nunca, quieren tener acceso al código del producto que han comprado y decidir si lo integran con SAP, Navision, Open Bravo, Sugar CRM o con Twitter.
No podemos ponerle puertas al campo.

Aunque en un ejemplo concreto, el que describe Fernando Moreno en su post, podemos aventurar que posiblemente la elección correcta del cliente hubiera sido su solución, el "big picture", la tendencia global hacia la que no podemos vendarnos los ojos, es que los modelos de comercialización de software bajo un esquema privativo de libertades básicas como "poder modificar yo mismo el producto que he comprado, de la misma manera que puedo modificar o eligir quien modifica mi coche, mi casa, mi televisión etc" han tocado a su fin, o lo vienen haciendo lentamente.

Los consumidores quieren Open Source, y además lo quieren más barato que el software propietario y tecnológicamente más avanzado. Y en muchas ocasiones lo encuentran.

El mercado funciona así, es exigente. El cliente siempre quiere el mayor valor posible, y siempre intentará comparar productos y pagar lo menos posible. ¿Acaso no hacemos nosotros lo mismo?

Evidentemente Google se ha dado cuenta, y ha irrumpido en el mercado de los sistemas operativos de móviles de forma fulgurante, utilizando el software de código abierto como pieza angular de su estrategia... y esto es sólo el principio.

Las verdades del software libre son éstas.

Y los valores del software libre son los de compartir, colaborar etc. Muy en la línea de la web 2.0, los comunity manager etc... figuras que en el software libre conocíamos hace muchos años...